En el cerro de Santa Catalina, sobre las ruinas de la antigua ciudad romana de Valeria y cerrando el único lugar accesible de este cerro se levantó una muralla defensiva para la población.
La muralla se asienta sobre la roca y está formada por un muro de cal y canto revestido de sillarejo.
En este lienzo de muralla se observa la torre flanqueante de planta semicircular, y la doble línea de mechinales que posee.
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