El arte en Cuenca

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Saelices: Segóbriga (3)

El Criptopórtico del Foro

Al norte del Foro de Sebógriga, donde el desnivel del terreno requería de fuertes obras de aterrazamiento, se construyó un gran criptopórtico, es decir, una estructura subterránea de gruesos muros, que servía para sostener uno de los pórticos que rodeaban la plaza pública de la ciudad, que en este caso corresponde al Pórtico Norte.

En esta otra imagen observamos el criptopórtico desde un espacio superior.

Acceso al interior del criptopórtico bajo dos arcos de medio punto.

La gran nave porticada, ahora parcialmente restaurada, conserva en su interior los basamentos cuadrados que servían para sostener el piso superior.

El criptopórtico fue posiblemente utilizado como tabularium o archivo de la ciudad.

Vista parcial de un muro, con pilares de sillar.

Las Termas del Teatro

A finales del siglo I a.C. se construyeron las Termas del Teatro, adosadas a la muralla.

Conservan las termas la sala para cambiarse de ropa, con un banco, un apodyterium, y las taquillas en el muro, cubiculi, que se cerrarían con puertecillas de madera.

Desde el apodyterium se accedía a una sala circular, el laconicum o sauna seca, con un labrum o pila para refrescarse con agua.  Se pasaba al caldarium, situado al norte, con una pequeña piscina calentada con fuego por su parte inferior.

Canalillo de desagüe

Entre el caldarium y la puerta de la Muralla quedaban las letrinae, cuyo canalillo de desagüe salía al exterior.

El Foro

El Foro o plaza pública de Segóbriga ocupaba un gran espacio cuadrangular, el este de la calle principal o Cardo Maximus.

Era el centro político y social de la ciudad, y estaba construido con anterioridad al año 15 a.C.

 

La plaza tenía un pavimento de grandes losas, sufragado por Proculus Spantamicus, el cual dejó testimonio de ello en una gran inscripción de bronce incrustada en el mismo enlosado.

En el centro de la plaza se levantó un monumento, coronado por varias estatuas, del que sólo se conserva la primera hilada de sillería.

La Basílica

El lado oriental del Foro estuvo ocupado por la Basílica civil, lugar en el que se realizaban las grandes operaciones comerciales y donde los magistrados administraban justicia.

El Aula basilical

En tiempos de Vespasiano (69-79 d.C.) se levantó un gran edificio frente al Foro, dedicado a los negocios del espejuelo (lapis specularis).

Para su emplazamiento fue elegido un lugar bien comunicado en pleno centro de la ciudad y con acceso directo desde el Cardo Maximus a través de una gran escalinata, hoy perdida.

 

El edificio del Aula basilical tenía tres naves, una central de mayor tamaño, y dos laterales, separadas por sendas hileras de 10 columnas.

La nave central terminaba en un ábside, al que se accedía por tres escalones

Las Termas Monumentales

Las termas eran lugares públicos destinados al baño. Además cumplían una función social importante al servir como lugares de encuentro, de esparcimiento y de negocios.

Comenzaron las Termas a funcionar en el último tercio del siglo I d.C.

Presentaban una disposición lineal y a ellas se accedía a través de una calle escalonada.

Mosaico de la vivienda de Silvano

Esta copia del mosaico original que se encuentra en el Centro de Interpretación del Parque Arqueológico, se situa en la estancia donde se encontró, que pertenecía a la vivienda del procurador minero Caio Iulio Silvano, y se trata de un mosaico geométrico realizado con teselas blancas y negras, realizado a finales del siglo II, que se encuentra enmarcado en un cuadrado de 3,10 m. de lado.

 

La Basílica visigoda

Esta basílica cristiana, situada fuera del casco urbano, ocupa un área próxima a la necrópolis tardo-romana.

Su construcción se inició a finales del siglo IV o comienzos del V, habiendo tenido posteriores remodelaciones.

En la Hispania visigoda fue sede episcopal de la iglesia católica y en la basílica fue depositado el sarcófago que contenía los restos de Sefronio, obispo Segobrigense muerto hacia el año 600. Junto a él se guardaron los restos de otros obispos, Nigrino, Caonio y Honorato.

Alrededor de la basílica se extiende una necrópolis que asegura el carácter funerario del templo, seguramente construido sobre la tumba de algún mártir o cristiano singular allí enterrado, que pudo atraer los sepulcros de los obispos y luego de todos los fieles.

Vista de la basílica tras su cabecera, que presenta tres naves separadas por diez columnas a cada lado, con un crucero central y asimétrico, así como un ábside de planta de arco de herradura muy cerrada.

Debajo del crucero o transepto y del ábside conserva una cripta abovedada.

Latitud: 39° 53' 18.0636" N
Longitud: 2° 48' 42.642" W

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