El arte en Cuenca

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Huete: Monasterio de Jesús - II (Iglesia)

 

Portada principal de la iglesia del Convento de Jesús y María; Santo Cristo o parroquia de Santa María de Castejón (Justinianas).

Atribuida la portada renacentista al arquitecto Andrés de Vandelvira a mediados del s. XVI, parece ser que también podría haber colaborado en su trabajo escultórico Esteban Jamete.

Posteriormente se detallan las esculturas existentes y sus motivos alegóricos.

 La iglesia del monasterio vista desde el norte, que ocupa uno de los laterales del convento, con su torre-campanario triangular, y el muro de poniente donde se encuentra la portada principal.

 

En el siglo XIX se alteró la distribución del templo al invertir la disposición del cabecero, cambiando el emplazamiento del altar y construyéndose en la fachada de mediodía otra puerta de acceso.

Esta fachada sur está formada por la portada, realizada el año 1.888 en estilo neorrománico, sobre la que se abre un rosetón para iluminación del camino hacia el altar, y coronándose la misma con un frontón triangular a partir de la altura del convento que alberga una ventana cuatrilobulada, rematándose con una cruz de piedra.

Fachada principal de la iglesia a poniente, con un alto zócalo y dos cuerpos, donde se encuentra la puerta de entrada al templo bajo una gran portada, y abriéndose las ventanas en el cuerpo superior del muro.

La portada está formada por un primer cuerpo inferior con arco central de medio punto y dobles columnas laterales sobre altos pedestales, coronada toda ella por un entablamento.

En el cuerpo superior se dispone como eje central la escena de la Natividad con la Adoración entre los escudos de Marco de Parada.

Y distribuidas convenientemente por toda la portada las figuras alegóricas de las virtudes teologales y cardinales como atributos del fundador.

En el primer cuerpo tenemos en el centro un arco de medio punto sobre el vano de entrada a la iglesia, con clave resaltada y decorada con un motivo vegetal, siendo el intradós de dicho arco de casetones.

Unas molduras insinuan las arquivoltas que descansan en impostas sobre jambas cajeadas.

El conjunto se encuentra enmarcado por dobles pilastras adosadas a cada lado, precedidas en cada uno de sus lados y sobre altos pedestales por dobles columnas con basas, fuste estriado y capiteles de orden jónico.

En los intercolumnios las esculturas de San Pedro y San Pablo, y en las enjutas del arco las virtudes de la Fe y la Fortaleza.

En cuanto al friso de su entablamento, en torno al escudo del fundador, dos sierpes aladas enfrentadas, añadiéndose como emblema personal suyo una grulla como símbolo de vigilancia y una calavera como fugacidad de la vida.

Detalle de las enjutas con las representaciones de las virtudes de la Fe, a la izquierda, y la Fortaleza a la derecha, así como encima el friso con emblemas del fundador.

El cuerpo superior de la portada está formada por una escena principal en el centro de la composición, la de la Natividad, y a los lados el escudo del fundador. Sobre ello se elevan las figuras del resto de las virtudes: La Justicia, la Templanza, la Caridad, la Prudencia y la Esperanza.

La escena de la Natividad con la Adoración de los Reyes Magos y pastores se compone de figuras cargadas de movimiento y expresividad.

Al fondo se contemplan paisajes de ruinas que evocan a la Roma antigua.

Las figuras alegóricas de las virtudes representadas en esta parte superior, de izquierda a derecha, son las siguientes:  La Justicia (que aprisiona la balanza contra sus pechos mientras que sus cabellos son esparcidos por el viento), la Templanza (que aparece templando el vino), la Caridad, en el centro con tres niños, la Prudencia (que se mira al espejo, hoy perdido), y la Esperanza (con el ancla del alma).

Coronando la portada, por encima de la figura de la Caridad y apoyada sobre cornisa, se encuentra esta escultura del Niño Jesús.

El interior de la iglesia es de una sola nave, con arco triunfal de separación entre la cabecera y la nave.

El ábside plano con el rosetón y el pequeño óculo superior se corresponde exteriormente con la fachada neorrománica del XIX antes citada.

La nave cuenta con tres tramos de bóvedas de terceletes, que arrancan de ménsulas, mientras que la cabecera cuenta con una bóveda rebajada con lunetos.

A la derecha representación del escudo del fundador situado en dos de las claves de las bóvedas de terceletes, mientras que en la imagen de la izquierda figuran en la clave los atributos del Arcediano, con una grulla que sujeta una piedra, sobre una calavera.

Latitud: 40° 8' 36.9276" N
Longitud: 2° 41' 18.0168" W

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