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Caracenilla: Iglesia de San José

 

CARACENILLA: IGLESIA DE SAN JOSÉ

 

Los muros de esta iglesia parroquial de San José y Santo Domingo de Silos, construidos en mampostería, se refuerzan con sillería labrada en vanos y esquinas.

El actual templo es el resultado de tres edificaciones superpuestas: una primitiva de estilo románico, otra ampliando la existente de gusto renacentista, y la actual de estilo neoclásico.

La primera, que se construiría en el siglo XIII, tendría una sola nave, cuya orientación canónica seguía una línea este-oeste, apuntando su cabecera hacia oriente, es decir ocupaba el espacio que en la actualidad forma el crucero o transepto del vigente templo. Tenía una espadaña con sus huecos para campanas.

En el siglo XVI, sobre la planta de esa primitiva iglesia se produjo una ampliación de la misma, con la misma orientación y de estética renacentista. En este caso desaparece la espadaña y en su lugar se levanta una torre de dos cuerpos, el primero de mampostería y el segundo todo en sillería. Su puerta de entrada, hoy en día tapiada, puede apreciarse en el muro sur gracias a las grandes dovelas de su arco de medio punto.

La tercera y definitiva edificación fue realizada en el siglo XVIII (se instaló la primera piedra el 19 de Marzo de 1790 y se inauguró el 23 de Abril de 1793). Este templo neoclásico, proyectado por el arquitecto, geógrafo e historiador conquense Mateo López Martínez, a expensas de José Joaquín de León y Gascueña, canónigo de Cuenca y natural de esta población de Caracenilla, es el resultado de la transformación del anterior edificio con la construcción de unas naves orientadas en la dirección norte-sur y el aprovechamiento de la anterior nave como crucero de la iglesia. A la torre-campanario se le añadió otro cuerpo superior.

Como resultado de todas esas ampliaciones, la iglesia actual presenta exteriormente un singular juego de volúmenes e interiormente  planta de cruz latina.

 

Al exterior el edificio muestra en la parte más elevada de ese juego de volúmenes la linterna octogonal de su cimborrio, con sus vanos o ventanas cegadas.

La otra construcción que destaca en altura es la Torre, que se eleva en el costado oeste del templo. Se accede a ella desde el interior de la Capilla lateral izquierda del transepto.

Esta torre está formada por tres cuerpos con el mismo ancho, separados mediante imposta de sillares. En el piso inferior, que tiene mayor altura que los otros dos, se abren al mediodía dos ventanas en aspillera originales.

Detalle de la parte inferior de la torre, junto al arco de la antigua puerta de acceso a la iglesia.

El cuerpo intermedio de la torre, realizado en sillería, presenta en cada uno de sus lados un vano para campanas con arco de medio punto que se encuentran tapiados con sillares.

En el cuerpo superior, actual campanario, se perfilan en cada una de sus esquinas unas pilastras rematadas por sencillos capiteles moldurados. Otra moldura de sillares planos forma un rebaje que encuadra los vanos de campanas al interior de estas pilastras.

Una imposta, igualmente de sillares planos, sirve de apoyo al arco de medio punto de cada hueco de campanas. Cada vano tiene su alféizar o repisa.

Se remata la torre con un entablamento formado por sencillo arquitrabe liso, friso formado por triglifos y metopas y una cornisa de sillería con cuatro molduras.

En esta otra imagen perteneciente al cimborrio de una de sus capillas se aprecia el mismo tipo de remate del mismo con un friso de triglifos y metopas.

Respecto a las cornisas de sujeción del alero de la iglesia hay que mencionar que hay una variada aplicación en su elaboración, ya que en sus muros existen diferentes tipos de cornisamento, desde los realizados con sillares moldurados en forma de nacela, los formados por dos o tres filas de tejas, con o sin ladrillos que formen su base, e incluso con tejas sobre sillares nacelados.

La iglesia cuenta con dos portadas: una más sencilla abierta a occidente, dispuesta como entrada habitual al templo, y otra a mediodía, ambas realizadas con sillería moldurada de piedra arenisca.

La Portada oeste, que da acceso a la nave lateral izquierda del templo, está formada por dos pilastras lisas con dos ménsulas en su parte superior, a modo de capitel, que soportan una cornisa moldurada.

Al interior de este espacio otra estrecha moldura plana enmarca la puerta de entrada, tanto en sus jambas como en su dintel.

La Portada sur o de mediodía está formada por la puerta de entrada que remata en frontón triangular, sobre el que se encuentra una hornacina con una imagen en piedra, con una ventana por encima, y sobre ella una lápida, todo ello rematado por otra figura en piedra que en este caso representa un león tendido.

La puerta de esta entrada queda rodeada por unos motivos decorativos similares a la portada oeste, es decir se abre entre pilastras lisas con ménsulas de poco resalte en su parte superior, que en este caso soportan un frontón triangular en cuyo tímpano figura en relieve un círculo con la representación en su interior de un bonete. Sobre cada uno de los lados inclinados del triángulo aparece una aleta o decoración pétrea de moldura plana formando una cinta curva.

Detalle del círculo con la representación en su interior de un bonete.

Detalle de uno de los lados del triángulo del tímpano que se decora por encima con una moldura curva.

Sobre esta portada se sitúa una hornacina realizada en sillería. El vano se encuentra entre dos pilastras planas de ligero relieve, que descansan sobre alféizar de piedra. Unas ménsulas con decoración de rocalla rematan estas pilastras. Sobre estas ménsulas, y en otra de mayor anchura que se encuentra en el centro, se apoya una cornisa curvilínea.

Esta hornacina cobija en su interior una escultura en piedra de cuerpo entero sobre pedestal, con la figura del patrón de la parroquial, San José con el niño en brazos

Por encima de la hornacina se abre una ventana, también en sillería, con arco escarzano muy rebajado, y sobre ella una lápida en forma de bandejas.

Esta lápida tenía una inscripción (hoy desaparecida) con la dedicatoria de la instalación de la primera piedra del templo realizada a finales del siglo XVIII.

Bajo el alero, en la cornisa de tejas que remata esta fachada, se abre un hueco en el que se encuentra colocada, sobre un pedestal, la escultura en piedra del león tendido que abraza una cartela.

El interior es un templo de tres naves, de planta de cruz latina, con crucero que se cubre con cúpula semiesférica.

La amplia nave central, de mayor anchura y altura que las laterales, se cubre con bóveda de cañón reforzada por arcos fajones que dividen su planta en cuatro tramos

En el primero de esos tramos, a los pies de la nave, la iluminación hacia el interior entra por la ventana que se encuentra en el muro de mediodía, sobre el coro, vano que ya se cita en la descripción de la portada sur.

A cada lado de la nave central, por encima de las laterales, se abren entre los arcos fajones unos lunetos semicirculares con ventanas que posibilitan la entrada de luz.

Las estrechas naves laterales se abren a la central a través de arcos de medio punto que descansan sobre machones en los que apoyan igualmente los arcos que soportan las bóvedas de cada capilla, ya que se encuentran intercomunicadas.

Estos machones presentan en los lados que se abren a la central unas pilastras que sirven de apoyo a un gran entablamento que cuenta con un friso de metopas y triglifos y una cornisa moldurada.

Esta cornisa recorre perimetralmente todo el interior del templo salvo en la cabecera.

A los pies de la parroquial se sitúa el coro alto, sobre un rebajado arco carpanel, que cuenta con barandilla metálica.

En cuanto al crucero, en que cada uno de sus brazos termina en una capilla, su intersección queda cubierta con una cúpula semiesférica sobre pechinas, donde aparece en cada una de ellas un medallón con pintura en su interior representando diversas actitudes de San Julián.

Cúpula en la intersección de la nave central con los brazos del templo.

Medallones en las pechinas con representación pictórica.

La amable lectora Ana López de Atalaya Albaladejo, gran conocedora de la iconografía religiosa de la Diócesis de Cuenca nos aclara a quien se representa en cada pechina indicándonos lo siguiente:  "Se trata de 4 Obispos diferentes: San Agustín (éste no es definitivo. Se toca el corazón pero éste no aparece representado); San Julián, claramente identificado con su cestillo en las rodillas; Santo Tomás de Villanueva, dando limosna, y San Ildefonso, recibiendo la casulla de la Virgen".

Tanto en los muros del crucero como en el presbiterio se exponen un total de dieciocho lienzos.

Entrada a la capilla de poniente del templo.

La capilla que se abre en el muro de poniente del crucero, que es la que tiene las escaleras de acceso a la torre, posee cúpula de media naranja sobre pechinas en las que se representan en pintura, dentro de unos medallones, instrumentos de la Pasión de Cristo y en el centro del tambor cuatro angelitos alados.

Medallones con la representación de instrumentos de la Pasión de Cristo. 

Frente a ella, en el muro este del crucero, la otra capilla tiene también otra cúpula de media naranja sobre pechinas con representación paisajística. Entre los gajos del tambor se encuentran ocho medallones con textos en latín.

Cúpula de esta capilla este.

Interior de la cúpula con los medallones.

El Altar Mayor es una realización de tipo neoclásica formada por dos cuerpos sobre un alto basamento o sotabanco en el que se conjugan mármoles de diferentes colores, a juego con la mesa de altar (esta última presenta en su frontal un medallón central realizado en pórfido).

El cuerpo inferior del Altar está formado al fondo de su parte central por una hornacina con arco de medio punto y lateralmente por pares de columnas cilíndricas avanzadas, de color blanco, que rematan con capiteles cilíndricos dorados que prestan apoyo a un gran entablamento sobre el que se eleva el cuerpo superior. A los lados del entablamento, sobre el muro de la cabecera, hay sendos aletones.

El cuerpo superior se organiza entre dos pilastras lisas, que soportan un frontón triangular, y en el centro un lienzo con la representación de San Julián recibiendo la palma de manos de la Virgen.

El resto decorativo que ofrece este último cuerpo consiste en cuatro jarrones de forma cónica invertida (dos a cada lado sobre los laterales avanzados del entablamento antes citado, como continuación y remate de las cuatro columnas del cuerpo inferior).

Apoyados sobre el frontón triangular figura un angelote a cada lado, y sobre el ángulo superior un remate con el Ojo de la Providencia. Se trata de la representación del ojo de Dios que vela por la humanidad (dentro de un triángulo con el que se representa la trinidad cristiana, rodeado de nubes y rayos o estallidos de luz que simbolizan la santidad y divinidad de Dios).

La Pila Bautismal está ubicada en una capilla emplazada a los pies de la nave del Evangelio.

Muestra una estructura decorativa de tipo románico que apoya sobre una base circular.

El pie está formado por una basa sin decoración alguna, un corto cilindro con acanaladuras laterales y otra basa en posición invertida a fin de lograr un mejor apoyo de la copa bautismal. Estas piezas, que parecen ser tomadas de otras obras, procuran recrear la basa, fuste y capitel de una pequeña columna.

El vaso o copa tiene en su borde superior una gruesa moldura sogueada bajo la que se desarrolla una cenefa con ornato vegetal y por debajo se cierra con una decoración gallonada.

La cenefa presenta unos motivos de tipo vegetal consistentes en el recorrido ondulante de un tallo desde el que parten hojas trilobuladas, con detalle en cada una de ellas de una pequeña piña.

La parte inferior del vaso muestra unos gallones, formados por una doble arcatura apuntada, que descansan sobre pilares adosados a los colindantes, que poseen capiteles y que se recogen en la base. En las enjutas de los arcos se muestra representado el motivo decorativo de unas rosetas.

 

 

Latitud: 40° 8' 26.772" N
Longitud: 2° 34' 2.8164" W

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