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Alarcón: Iglesia de Santa María

 

IGLESIA DE SANTA MARÍA

 

Se trata de una obra del arquitecto Pedro de Alviz, que desarrolla un estilo en el que combina las formas propias de finales del gótico y un primer renacimiento, que es el que en este caso prevalece.

 

Monumental edificio renacentista del siglo XVI, construido en mampostería,  con empleo de sillares en las esquinas, contrafuertes y portadas. (A este respecto comentamos que Luís Martínez Lorente, cura párroco que fue de esta iglesia, apostillaba que según las teorías de Vitrubio esta iglesia era el ejemplo del templo perfecto).

Exteriormente podemos apreciar en sus muros un ábside de planta pentagonal, elevadas ventanas abocinadas con arcos ligeramente apuntados, tres puertas de entrada y un campanario a los pies del edificio que se eleva sobre una espadaña porque carece de torre cuadrada para ello.

Precisamente en este muro de poniente donde se eleva el cuerpo de campanas se sitúa la puerta oeste, pequeña entrada primitiva de acceso a la iglesia, sobre la cual se encuentra una de las ventanas que ofrece iluminación a la nave central.

En el costado norte de este frontispicio se advierte como sobresale del muro el husillo o parte del cuerpo externo cilíndrico de la escalera de acceso a las campanas, las cuales se recogen en el interior de dos vanos con arcos de medio punto.

En la imagen de la izquierda apreciamos la espadaña coronada por tejadillo con sus dos huecos para campanas y lateralmente el cubo cilíndrico del husillo que se remata con un casquete esférico de piedra sillar con decoración de bolas y remate central con un pináculo, tal y como vemos en la foto de la derecha.

De las tres puertas de entrada que tiene el templo, la más antigua es la que se abre a los pies de la iglesia, con una entrada abocinada. Se cierra esta puerta oeste con arcos de medio punto que forman un conjunto de cuatro arquivoltas que descienden lateralmente hasta pedestales circulares.

La Portada principal de entrada al templo, abierta al mediodía, es la más suntuosa y monumental. Su ejecución se atribuye al escultor y arquitecto francés Esteban Jamete en el año 1555.

La portada queda protegida bajo un gran pórtico formado por un avanzado arco de triunfo de medio punto, entre dobles columnas pareadas a cada lado de fustes estriados sobre base de sillería, que llegan hasta la altura de la cornisa del templo.

Este pórtico presenta una bóveda de casetones, y en su muro oeste se abre un vano rematado con arco de medio punto.

Está compuesta la portada renacentista por dos cuerpos. El inferior, con la puerta de acceso a la iglesia con arco de medio punto, está flanqueada por dobles hornacinas aveneradas, superpuestas entre dobles columnas de fuste estriado y columnas corintias, así como un medallón con busto en cada una de sus enjutas.

Sobre el profuso entablamento tenemos el cuerpo superior, cuya abigarrada decoración nos ofrece una base a modo de predela, donde aparecen medallones o tarjetas con bustos y sobre ella tres hornacinas aveneradas, las laterales rematadas con medallones con bustos y la central más elevada y rematada con frontón triangular. La ornamentación de este cuerpo también ofrece lateralmente decoración de roleos, guirnaldas, y pináculos en forma de angelotes o jarrones.

Detalles de la rica decoración de esta portada principal.

 

Ninguna de las siete hornacinas que posee esta portada conserva alguna de sus estatuas.

La Portada norte, también renacentista, se compone de un vano de entrada a la iglesia, con arco rebajado carpanel, realizado en sillería al igual que las jambas de la puerta, y de otro arco por encima, en el que los sillares de su intradós presentan una inclinación hacia el interior para producir un efecto abocinado en la portada, al igual que sucede con sus jambas. Este último arco muestra tanto en su intradós como en su rosca unas dovelas cajeadas en forma de casetones rectangulares.

Esta portada conserva en su lateral oeste una pilastra, que desde el nivel medio de la misma asciende hasta la cornisa del entablamento, donde se alza otro florero como remate.

En cada enjuta hay un medallón sin labra, y sobre el arco de entrada un entablamento que ofrece decoración de triglifos y metopas en las que se alternan cuatro de ellas lisas con otras cinco labradas en forma de plato con motivo decorativo de disco.

Sobre la cornisa de este entablamento tenemos un frontón, marcado por cintas laterales en forma de aletón, con hornacina avenerada vacía en el centro. Se remata con frontón triangular rebajado, sobre el que se eleva una cruz de brazos trilobulados y un florero o jarrón a cada lado.

Al interior podemos comprobar que se trata de una de las grandes iglesias columnarias construidas en territorio conquense en esa época, con tres naves de la misma altura que se cubren con bóvedas de crucería.

En esta iglesia de planta de salón rectangular de tres tramos, que tiene cuatro capillas más sacristía, sus columnas no poseen capiteles, sino que desde su parte superior parten a modo de ramas de palmera los puntos de arranque de los arcos, con los que se van a crear los plementos de las Bóvedas de las naves, con un mayor desarrollo decorativo en la central que en las laterales.

Detalle de las dos columnas del coro que en su arranque muestran decoración de conchas.

Diversas bóvedas de la iglesia.

La nave central se cubre con bóvedas de crucería estrellada; la primera y tercera con nervios que forman combados y conopios (extremo del arco conopial), y la intermedia con ligaduras rectas. La de la cabecera con bóveda estrellada de nervaduras con ligaduras rectas y curvas. Las naves laterales se cubren con bóvedas de nervaduras con terceletes. Todas ellas se ornan en sus claves con sencillos rosetones. En las capillas, dos de ellas se cubren con bóvedas de nervaduras de terceletes, una de casetones y la de la cabecera, cerrada con cancela de madera, con una cúpula. La sacristía, a la que se puede acceder tanto desde el altar como desde la nave sur, tiene una bóveda esquifada que muestra yeserías del siglo XVIII.

Además del retablo mayor destacan en el interior del templo el coro, que se ubica a los pies del edificio en la nave central, y la pila bautismal que se sitúa en la capilla con bóveda de casetones.

El Coro bajo, está tallado en madera de pino, y el desguazado órgano queda emplazado en el muro, en el que se mantiene igualmente una baranda de madera.

La Pila Bautismal, de estilo plateresco, fue realizada en el año 1551.

El Retablo, terminado en 1572, se dispone en el altar mayor y es una de las excelsas creaciones de la escultura renacentista conquense que pueden ponerse en relación con el círculo de Esteban Jamete del que si hay constancia que en el año 1551 realizaba el sagrario de madera situado en este gran retablo. Aunque figura en el retablo la fecha de 1574, esta inscripción debe referirse a la del acabado posterior de su dorado y policromía por otros maestros.

La traza de su ornamentada mazonería, que se levanta sobre un banco, consta de cuatro cuerpos y ático, separados por frisos con relieves (el inferior hace la vez de predela).

Tiene tres calles con relieves en sus encasamentos, y a cada lado de ellas otra calle cuyos encasamentos son rectangulares y se encuentran vacías.

En los laterales de éstas últimas y enmarcando el retablo a manera de alero, se sitúan unos guardapolvos o polseras formados por tablas con imágenes en medallones superpuestos, que recogen unos bustos de profetas que son soportados por atlantes pintados y ricamente esculpidos. Como soportes se utilizan columnas con abundante decoración renacentista.

La iconografía que muestra las esculturas emplazadas en los encasamentos hace referencia a escenas de la vida de la Virgen (en su mayoría) y de Jesucristo.

En el ático figuran las esculturas que restan de un calvario (la Virgen y san Juan), y a cada uno de sus lados un medallón en los que se representa el nacimiento y la circuncisión del señor.

Respecto al citado sagrario, obra de Jamete realizada en madera de nogal sin policromar, éste muestra en su basamento una cartela con la inscripción “Gloria in excelsis Deo 1551.

 

Finalizamos indicando el acontecimiento histórico que se produjo en esta iglesia de Santa María el día 4 de Diciembre de 1981, en el que las Cortes Constituyentes de Castilla-La Mancha aprobaron en ella el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma.

Latitud: 39° 32' 47.5908" N
Longitud: 2° 5' 9.168" W

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