El arte en Cuenca

Logotipo

Cuenca: Catedral (06)

Capilla de los Apóstoles

Tras la Capilla del Pilar, citada anteriormente, se encuentra esta Capilla de los Apóstoles, obra protorrenacentista y de mayor tamaño que la anterior.

Debieron comenzar la obra en el año 1528 los maestros canteros Antonio Flórez y Juan de Alviz creando una estructura de la misma de tipo de finales del gótico, mientras que los elementos ornamentales son platerescos.

En la imagen destaca en principio la ventana del "comulgatorio", tras la cual se encuentra la portada de entrada a la Capilla.

 

En esta otra imagen de la portada tenemos en primer lugar la puerta de entrada a la Capilla y al fondo el comulgatorio.

El diseño de su portada plateresca correspondió al arquitecto Francisco de Luna, atribuyéndose la reja de la puerta de entrada al artista renacentista Cristóbal de Andino, y la reja del comulgatorio a Alonso Beltrán.

La Portada, ricamente ornamentada, está formada en su parte inferior por un cuerpo principal con diversas hornacinas que no fueron ocupadas, y un montante en la superior en cuya hornacina central se encuentra la talla policromada de la Virgen.

En el centro del cuerpo principal se abre un arco de medio punto cuya rosca se encuentra decorada con los adornos propios del renacimiento: grutescos, niños en actitudes diversas, guirnaldas, áureas, etc.

En las enjutas del citado arco figuran dos bustos dentro de unos medallones.

Sobre el arco un entablamento recorrido por un friso ornado de sirenas con enroscadas colas florales, niños y el escudo repetido del fundador; en los extremos representación de unos grifos sobre los que cabalgan unos niños. 

La Reja de la puerta de entrada a la Capilla queda enmarcada por dos grandes balaustres que la preceden, uno a cada lado, con forma de grandes candelabros.

Está formada por un único cuerpo principal, compuesto por pilarotes, pilares y barrotes entallados divididos en dos partes por una faja o friso en su parte media, que se remata con un montante.

 

Detalle de unos dragones correspondientes al friso que divide al cuerpo principal, que se decora en total con seis dragones y adornos de follaje; en los largueros de este friso aparecen unos bustos.

El montante de la reja queda formado por tres partes: la inferior, como dintel de la puerta, con una representación de niños; la del medio con escenas del Paraíso terrenal así como en uno de sus extremos un medallón, y la superior con el escudo de armas del fundador (sostienen el escudo dos sirenas, siendo el distintivo del mismo una cruz de san Andrés con una rosa en un cuartel y en el otro una banda diagonal, todo él bajo un sombrero episcopal del que cuelgan a ambos lados cordones de cuatro borlas). 

 

El friso de la parte inferior del montante está decorada con el emparejamiento de niños y dragones, rodeados con decoración de roleos, y donde los niños además de extender los brazos hacia los monstruos, una de sus manos juguetea con el animal tratando de aproximarla a sus fauces.

En el centro de este friso se encuentra un medallón con el busto de un personaje.

En la banda intermedia del montante hay cuatro escenas del Paraíso terrenal, separadas cada una por cinco candelabros rematados por una cabeza alada de ángel.

Esta escena corresponde a la Creación del hombre (junto a ella se encuentra la correspondiente a la de la formación de la mujer).

Escena del pecado original, personificado a través de la serpiente enroscada en el árbol frente a la mirada tentadora de Adán y Eva.

Representación de la escena de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso por parte del Ángel.

Comulgatorio de la Capilla

Al lado de la puerta de entrada a la Capilla se encuentra este Comulgatorio cuyo vano está protegido por una reja y rodeado de una exhuberante decoración renacentista.

El ornato que recorre las pilastras y los frisos superior e inferior de la ventana está formado por una diversidad de niños, ángeles, cabezas (humanas y de ángeles), mascarones, volutas, sirenas, etc., y el escudo del fundador. 

La parte superior del comulgatorio queda rematado por un frontón que en el interior de su tímpano contiene un medallón con el busto de un personaje.

Sobre los tres ángulos del frontón se alzan unos remates, los de los lados como pináculos y el superior con tres angelotes que sostienen unos frutos o vegetales colgando.

 

La Reja del comulgatorio se engalana a través de un diseño de círculos secantes con unas rosas en los remaches de los mismos.

Interior de la Capilla

Desde su interior podemos ver, de derecha a izquierda, el comulgatorio, la puerta de entrada entre dos esbeltas columnas y una tribuna con barandilla enrejada.

 

Detalle de una de las 6 columnas adosadas a los muros interiores de esta Capilla, que sirven de soporte a dos bóvedas estrelladas.

La decoración plateresca de los fustes está formada por una gran variación de elementos florares entre los que se desarrollan las figuras de niños, mascarones, grutescos, cabezas aladas, aves, monstruos fantásticos, etc.

Las columnas culminan con un gran capitel sobre el que se alza el escudo del fundador.

Sobre el capitel, formado por cabezas de animales, acantos y mascarones, se encuentra la cornisa a la que se le adosa el escudo del fundador de la Capilla dentro de un tondo que cierra una corona floral.

La dos bóvedas de crucería de tracería estrellada con sus ligaduras, terceletes, diagonales y combados.

En la parte inferior de la imagen se aprecian los dos ventanales de arco de medio punto que iluminan el interior de la Capilla.

Al exterior, las cuatro ventanas que posee la Capilla para su iluminación, contando las superiores en su marco decoración propia del Renacimiento.

Detalle de la decoración externa de una de las ventanas superiores de la Capilla.

Retablo Mayor

El Retablo Mayor de esta Capilla está formado por el sotabanco, la predela, dos cuerpos con tres calles y un montante.

Los relieves de la calle central fueron realizados por el imaginero Giraldo de Flugo en el año 1560, y a continuación los pintores Martín el Viejo y Gonzalo Gómez elaboraron los tableros de los apóstoles.

El primer piso o cuerpo del Retablo se levanta sobre una predela donde aparece un friso y unas basas que sirven de apoyo a las columnas de dicho primer cuerpo;  las dos exteriores, en su parte frontal, la representación de las virtudes cardinales de la Justicia y la Fortaleza; en cada una de las otras dos ménsulas que soportan las columnas centrales figura un atlante; en el resto de la predela, los escudos de armas del fundador rodeados de cuatro ángeles (con instrumentos musicales los inferiores) y en el centro de toda ella la mutilada representación de la Piedad.

El primer cuerpo está compuesto por cuatro columnas de orden jónico, que si en su parte superior son estriadas, en su parte inferior cada una se decora con la figura de un joven con brazos levantados y con un tipo de jarrón por encima de su cabeza; en el centro de este primer cuerpo la escultura de la Resurrección, con el manto desplegado al viento y sosteniendo en su mano izquierda el símbolo de la cruz mientras que su derecha la levanta al cielo apoyando sus pies ligeramente sobre la losa levantada del sepulcro, en la escena de los soldados dormidos.

En cada una de las dos calles laterales hay cuatro tablas separadas de dos en dos por columnas abalaustradas con representación de los Apóstoles, por lo que en este primer cuerpo hay un total de ocho de los doce Apóstoles.

El segundo cuerpo del Retablo tiene solo dos columnas, en este caso de orden corintio, y en su parte externa las esculturas de Zacarías a la derecha y la de San Juan Bautista con el cordero a la derecha.

En la calle central la escena de la Ascensión, en un monte, con la Virgen y once Apóstoles arrodillados mirando hacia las alturas donde aparece Cristo glorioso y resucitado envuelto entre las nubes, ascendiendo hasta los cielos.

Las calles laterales cuentan con las otras cuatro pinturas de los Apóstoles que en este caso quedan separados de dos en dos por unas pilastras; la parte superior de estas laterales, por encima de los apóstoles, poseen otros dos cuadros de posterior época en los que hay a la derecha una representación de una escena de la vida de san Nicolás de Bari, y en el de la izquierda la figura pontifical de San Julián con una cestilla colgada de su báculo, junto al mártir San Lorenzo.

El montante del Retablo queda configurado en cada una de sus calles laterales por un medallón sostenido por dos ángeles con la representación pictórica de dos profetas, y en la calle central por un arco de medio punto dentro del cual aparece la escultura de medio cuerpo con la figura del Padre Eterno bendiciendo con su mano derecha.

Queda rematado el retablo con un Cristo Crucificado.

Altar de la Magdalena

Además del Retablo del Altar Mayor descrito, en esta Capilla de los Apóstoles hay otros dos altares: el de la V. de la Salud que se detallará posteriormente, y este de la Magdalena.

Frente a la puerta de entrada a la Capilla se encuentra este Retablo de Santa María Magdalena, realizado en 1770 por el arquitecto José Martín de Aldehuela.

Tan solo tiene un cuerpo principal, con dos columnas de tipo corintio, y en el centro de ellas bajo un arco de medio punto la hornacina la talla de la Magdalena penitente dispuesta con una túnica azul y pardo manto que sujeta con su mano derecha la cruz de Cristo, que descansa sobre una calavera,  y la izquierda apoyada sobre su pecho, mientras que clava su rodilla derecha sobre un áspero suelo; varias aladas cabezas de ángel se desarrollan por este retablo.

El montante remata con un gran óvalo con la pintura del martirio de Santa Catalina.

Retablo de la Virgen de la Salud

Realizado en 1638, en época del barroco pero con gusto renacentista, está formado por un cuerpo principal y un ático.

En el principal tiene seis columnas de orden corintio: una a cada lado de la hornacina central con la escultura de la Virgen con el Niño y otras cuatro exteriores que perfilan las laterales y que enmarcan las pinturas atribuidas a Andrés de Vargas que representan a San Julián, el arcángel San Miguel, San Pantaleón y San Francisco de Asís.

El ático se corona con un frontón truncado y dos escudos de armas, conteniendo en su espacio central la pintura que representa a San Antonio de Padua con el Niño Jesús en los brazos contemplados ambos desde arriba por la Virgen, todo ello enmarcado por cuatro columnas, dos a cada lado; se remata el retablo sobre las volutas de la cornisa con dos esculturas policromadas.

Latitud: 40° 4' 42.6936" N
Longitud: 2° 7' 46.2504" W

El Arte en Cuenca - Nota legal

Página web por Hazhistoria