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Saelices: Castillo de " El Castillejo"

 

 EL CASTILLO DE “ EL CASTILLEJO”

 

El Castillo de El Castillejo, al que también se denomina como Castillejo de Luján o Castillo de Saelices, se levanta sobre una loma desde la que se domina el río Cigüela, a unos tres kilómetros de distancia de las ruinas de la antigua ciudad romana de Segóbriga, en el término municipal de Saelices.

 

 

Reconstrucción ideal del castillo con anterioridad a la última edificación del siglo XIX. Dibujo realizado por Sergio Escribano Cáceres.

 

Desconocemos cual fue la primera edificación realizada en este emplazamiento, situada tan próxima a la romana Segóbriga y tan cercana a un vado sobre el río Cigüela que disponía de un puente romano para atravesarlo (todavía se conserva aunque retocado), pero para algunos podría remontarse a esta época romana, momento en el que se debió realizar la elevación de una posible primigenia torre de planta cuadrada.

No obstante, bien sea sobre esa hipotética primera construcción o a través de otra de nueva factura, también se piensa que pudo realizarse en este predio, a finales del siglo XII o comienzos del XIII, una fortificación levantada por la Orden de Santiago para proteger tanto el camino o cañada que discurría por dicho paso sobre el Cigüela como para amparar esta dehesa de gran importancia para la Encomienda de Uclés.

Una posterior fase constructiva del siglo XVI es la que concierne a la edificación de la barrera perimetral adaptada a la artillería o muro exterior que rodea el castillo para protección de las fortificaciones primitivas. Esta muestra una forma rectangular con cuatro cubos emplazados en cada una de sus esquinas que se prolonga hacia el sur en forma de planta trapezoidal irregular buscando la proyección de una torre pentagonal existente en el interior del recinto. El muro menor del trapecio está formado por otros dos cubos que defienden la puerta de entrada sur.

Hay que especificar que la torre pentagonal antes citada no existe en la actualidad, pero figura dibujada en una colección de documentos gráficos inéditos sobre el castillo que han aparecido en la última década.

Una última construcción de mediados del siglo XIX modificó casi por completo esta fortaleza ya que sobre las cuatro torres esquineras del antiguo castillo se elevó un palacio neogótico con patio interior del que apenas se conservan restos. Este palacete constaba en altura de tres plantas: la baja, que conserva en pie todo su recinto, monta sobre la construcción del XVI, lo modifica con ventanas y lo adorna con cenefas; las otras dos plantas superiores de nueva construcción estaban separadas entre sí al exterior mediante molduras.

La foto de la izquierda, aportada por Rafael Moreno García y cuyo original se encuentra en el "mesón Susi" de la población, muestra como era el palacio neogótico del siglo XIX.  Comparándola con la imagen de la derecha, tomada en la actualidad desde el mismo emplazamiento, podemos percatarnos  del antes y el después.

 

Barreras exteriores del castillo con sus dos entradas norte y sur.

Los datos históricos que se poseen de este castillo comienzan a finales del siglo XIV, durante los últimos años del reinado de Enrique II, cuando Ruy González Mejía, alcaide el castillo de Huélamo, era dueño del lugar de Castillejo, Saelices y Villavieja. A mediados del siglo XV Castillejo era propiedad del duque de Huete, Lope Vázquez de Acuña y Carrillo de Albornoz, permaneciendo en poder de esta familia hasta 1499 cuando fue comprado por los Reyes Católicos.

En 1499 el alcaide de Castillejo era Pedro Patiño de la Flor, vecino de Huete y veedor de la despensa de la reina Isabel y su hijo el príncipe Juan, cargo otorgado por poder real.

En 1508 el rey nombró alcaide de este castillo a Diego Hurtado de Mendoza. Es decir, se puede afirmar que antes del siglo XVI existía un castillo anterior.

En 1571 Felipe II intercambió la propiedad de Castillejo con Gaspar Ramírez de Vargas, regidor de Madrid.

La última modificación en el edificio, consistente en la construcción de un nuevo palacio sobre el arruinado castillo, debió realizarse entre los años 1833 y 1840, durante el periodo de regencia de María Cristina que, al casarse con Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, Duque de Riánsares, adquirió la reina por mediación de él una enorme finca en la que estaba incluida la fortaleza de Castillejo.

Los restos que se conservan en la actualidad corresponden a la barrera o muro exterior que rodeaba y protegía el primitivo castillo, hoy desaparecido. Del gran foso artificial que lo circunda se conserva el espacio existente en sus dos lados paralelos, pues los correspondientes a los de los dos accesos hacia el interior se encuentran en la actualidad colmatados.

Casi todo este perímetro murario, con un grosor en torno a 1,8 metros, corresponde a la construcción realizada en el siglo XVI, mientras que los pocos restos conservados de la segunda planta, con un grosor de tan solo 75 centímetros, así como los vanos abiertos con posterioridad a esa primaria edificación corresponden a la construcción realizada en el segundo tercio del siglo XIX.

El edificio, construido con cantería de sillarejo dispuesto en hiladas regulares, se compone de lienzos lisos, sin falseo o alambor en sus bases, y un total de seis torres de las cuales cinco de ellas si muestran su base alamborada.

Vista del interior del castillo.

Fachada norte del castillo

En esta imagen del lienzo norte (noroeste) del edificio, donde el foso se encuentra actualmente colmatado, se puede observar tanto el perímetro murario del siglo XVI como los últimos restos que se conservan de parte de los paramentos del castillo, pertenecientes a las dos plantas superiores del palacio edificado en el siglo XIX.

En este lienzo de la muralla, que se desarrolla entre dos cubos, se abre la puerta de entrada norte al recinto junto a un garitón que la protege, así como tres vanos para ventanas.

Imagen de la puerta abierta en el lienzo norte, realizada en sillería y rematada con un adovelado arco escarzano.

El garitón semicircular apea sobre una repisa cónica escalonada de ménsulas anilladas realizada con grandes sillares que presentan exteriormente un perfil ligeramente convexo.

En esta imagen se aprecian las tres ventanas abiertas en la parte inferior del muro y sobre el mismo los restos de las dos plantas con que contaba el palacio edificado en el siglo XIX.

El paramento inferior queda rematado por un decorativo friso cerámico, igualmente realizado en el XIX, y una cornisa en sillares de piedra que recorría por el exterior los cuatro lienzos del palacio marcando la separación entre esta planta baja y la superior.

En el muro inferior, interrumpiendo el recorrido del friso y su cornisa, se abre este vano que corresponde a una ventana enmarcada en ladrillo que se remata en arco de medio punto.

Detalle del friso y la cornisa.

El friso, realizado en material cerámico sin vidriar, se compone de ménsulas entre las cuales se sitúan metopas formadas por baldosas que representan el motivo decorativo tetralobulado de un trébol de cuatro hojas.

Imagen de los restos de las dos plantas superiores

En la primera planta, que corresponde al palacio del siglo XIX, se encuentra hacia el centro una tronera “de cruz y orbe” labrada en cantería, y a cada lado de ella una pieza decorativa.

Esta planta queda rematada en su parte superior por tres filas de ladrillos, y por encima de ella se comprueba que la planta superior, en la que se abre un vano cuadrado hoy cegado, también se remata con otro friso de similar factura que el de la planta baja y su correspondiente cornisa de sillares.

Las piezas decorativas situadas a los lados de la tronera son del mismo material cerámico sin vidriar que el de los frisos, y se componen de cuatro piezas pentagonales que al unir las esquinas de la base de cada uno de ellos forma en su interior un espacio cuadrado dentro del cual hay otro pieza de material similar.

Detalle de los restos del muro de la planta superior.

En el centro de esta imagen se emplaza la torre del ángulo norte que cuenta con una cámara interior y dos vanos abiertos junto a cada uno de los paramentos noroeste y noreste.

El interior de esta cámara de tiro se cubre con una bóveda elíptica de ladrillos que siglos después fue enfoscada con yeso.

Esta torre es una de las cinco que presentan su base alamborada.

Imágenes de esas dos ventanas (troneras transformadas en ventanas) abocinadas rematadas con arcos rebajados en ladrillo, uno escarzano y el otro de medio punto.

En este lienzo noreste se abren un total de siete vanos enmarcados por sillería. Tres de ellos cuentan con arcos escarzanos en ladrillo y los cuatro restantes quedan rematados horizontalmente en su parte inferior con el uso de este material.

La torre este, que es la más próxima de la imagen, es la mayor de esta fortaleza y muestra también una base alamborada.

A la izquierda de esta torre se aprecia el comienzo de uno de los paramentos que forman la planta trapezoidal que cierra la parte sur del castillo.

Imágenes de la torre este vista desde el sur, este y norte

En la planta superior destacan dos grandes ventanales y en la inferior se abre un vano ligeramente rectangular orientado al sur enmarcado en sillería mientras que hacia el norte se abre en esta misma planta otro vano rectangular que se remata con arco escarzano en ladrillo, que corresponden ambos a las aberturas de la cámara de tiro ubicada en su interior

Los dos grandes ventanales de la torre este presentan la decoración neogótica que la fortaleza tenía en el siglo XIX.

Realizados en sillera, tanto en el alféizar como en sus arcos ojivales se aplica el uso decorativo de ladrillos.

Los arcos quedan adornados el exterior de su rosca con el mismo tipo de piezas pentagonales sin vidriar que habíamos visto en el muro norte. Y a modo de chambrana otra hilera de ladrillos rodea exteriormente dicho arco por encima de su decoración de piezas pentagonales.

El remate superior de la torre es el mismo tipo de friso que rodea todo este palacio y descansa sobre otra hilera de ladrillo.

Desde el interior de la fortaleza se puede acceder al interior de la cámara de tiro de la planta inferior a través de una pequeña puerta de grandes sillares rematado con arco escarzano.

En esta imagen tomada desde el interior de esta cámara de tiro se comprueba a la izquierda el pasillo de entrada a la misma y a la derecha una de las dos troneras que posee.

Mientras que los muros de esta cámara están realizados en piedra de cantería los techos se cubren en fábrica de ladrillo.

Desde el interior las dos troneras, con el tiro orientado hacia el noreste y sureste.

La cámara de tiro se cubre mediante bóveda o casquete realizado en fábrica de ladrillo.

Tras la torre descrita, que aparece en parte a la derecha de la imagen, se encuentra la muralla que forma la planta trapezoidal de la fortaleza, formada por dos paramentos.

El primero de ellos continúa la trayectoria del lienzo noreste descrito, aunque retranqueado respecto a él.

El siguiente paramento, que es el que cambia su dirección para formar esa planta trapezoidal y cuenta con un vano enmarcado en sillares y remate de arco de ladrillo, termina en otra torre que es uno de los dos cubos que protegen la puerta de entrada sur de la fortaleza.

Vista de la muralla y la puerta sur.

La puerta sur de la fortaleza, que sería la principal del castillo, además de los dos grandes cubos o “cubelos” que la defienden contaría en su momento con un puente levadizo sobre el foso que hoy en día esta colmatado, algo que sucedería igualmente con otro puente en la puerta norte.

En cada uno de estos alamborados cubos se abre al exterior un vano orientado hacia el sureste, con jambas en sillería achaflanada y rematados con arcos escarzanos en fábrica de ladrillo.

La puerta de entrada al recinto también está realizada en sillería, tanto las jambas como las dovelas de su arco escarzano.

Vista de la puerta sur desde el interior

En esta imagen de la muralla, partiendo desde la izquierda, se aprecia en primer lugar una estructura apoyada en el muro que podría corresponder a un pozo de nieve o un horno. Tras ella un abocinado vano enmarcado por sillares y rematado por obra de fábrica en ladrillo con arco escarzano. A continuación, los vanos correspondientes a la puerta de entrada y los vanos laterales a la misma que dan acceso al interior de los dos cubos que la protegen. Y a la derecha la escalera de obra adosada a la muralla que da acceso al adarve.

Desde el interior, puerta de entrada y acceso a los dos cubos

Tras el arco de entrada de esta puerta se conserva una viga de madera que mantiene la cavidad circular o quicio donde insertar el espigón o eje superior del larguero.

Imágenes del interior de los dos cubos que flanquean esta puerta sur, cuyos muros están realizados en sillería y enfoscados posteriormente con yeso, mientras que los techos están elaborados mediante fábrica de ladrillo que comienza desde la entrada interior en forma de bóveda de cañón y presenta hacia el exterior un perfil de cuarto de esfera.

Vista de la fortaleza desde el sur

En la imagen se aprecia el resto de la muralla y torreones que la protegían.

A la derecha se ubican los dos cubos de la puerta sur, que están orientados al sureste.

En el centro los dos paramentos que conforman la planta trapezoidal, situados frente a los existentes en el costado noreste, y a la izquierda los otros dos cubos restantes entre los cuales se desarrolla el lienzo suroeste.

Vista de los dos paramentos, ubicados entre dos torres, que conforman la planta trapezoidal con un vano abierto en cada uno de ellos.

En esta imagen vemos a la derecha la esquina de los dos paramentos arriba mencionados y a la izquierda la única de las torres que no presenta falseo o alambor en su base.

Entre la torre y el paramento se desarrolla un estrecho muro que cuenta con otro vano.

Vista desde el interior de este vano abierto en este estrecho muro, en el que se comprueba que sus jambas están realizadas en sillería y se cierra con arco escarzano de ladrillo.

En este lienzo, comprendido entre las torres noroeste y suroeste, se abren otros tres vanos en sillería rematados por arcos escarzanos de ladrillo.

También se aprecian sobre el lienzo los arranques de los muros de la desaparecida planta superior.

La torre de la derecha es la única que además de no contar falseo en su base tampoco se abre vano alguno en ella, mientras que la del fondo de la imagen sí que posee uno.

Latitud: 39° 53' 22.29" N
Longitud: 2° 46' 36.9012" W

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