Sobre un destacado cerro que tiene forma de cono truncado se levantó este Castillo del que solo se conserva parte de su muralla y restos de algunos de sus cubos.
Desde esta fortaleza se divisa una amplia panorámica de los pinares de la sierra conquense.
La planta de este Castillo es muy irregular y con variadas cortinas, elevándose la muralla sobre la línea que forman las rocas del cerro y como continuación de las mismas, formando una plaza fuerte de casi forma triangular.
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